En la actualidad contamos
con innumerables medicinas para controlar la presión
ocular y contamos con equipos de tecnología actualizada
para su diagnóstico temprano (campimetría ocular
computarizada, tomografía óptica del nervio y fibras
nerviosas, células ganglionares, medición estructural
del nervio óptico, fotografías computarizadas del nervio
óptico y polo posterior) que permite saber si lo
estamos controlando adecuadamente.
Antiguamente solo nos
respaldábamos en el valor de la presión ocular tomada en
el consultorio, actualmente nos apoyamos en valores como
el grosor corneal y la rigidez de los tejidos oculares,
curvas de presión intraocular para confirmar picos de
hipertensión o descartar fluctuaciones de la misma; que
influyen muchísimo para un buen control y seguimiento de
la enfermedad. Esto ha permitido saber que muchos
pacientes que aparentemente tiene valores de presión
normal; en realidad no lo es, de esta manera evitamos
que muchos de nuestros pacientes progresen a la ceguera
pese a mantener una continua vigilancia con su
especialista.
El Cierre primario agudo o
también llamado Glaucoma agudo, presenta
un cuadro clínico característico acompañado de dolor
ocular, enrojecimiento y visión borrosa, debido al
cierre de las estructuras que sacan el líquido que
rellena el ojo (no tiene nada que ver con las lágrimas),
por lo cual este se almacena en cantidades muy altas;
estos pacientes pueden beneficiarse con la realización
de un disparo de rayos láser (Iridotomía YAG) en nuestra
oficina para poder revertir esta condición clínica;
aunque menos frecuente también podría realizarse una
Iridectomía (ventana al iris) de manera quirúrgica en el
quirófano, o en algunos casos en donde la apertura de
esta ventana no sea suficiente podemos realizar otro
procedimiento laser (Iridoplastia Argón) para producir
una apertura mecánica de los sitios de drenaje del
líquido que rellena el ojo.
Los Glaucomas de
ángulo abierto, asintomáticos casi en su
totalidad, y por ser silenciosos también son muy
preocupantes, tienen muchas alternativas para su buen
control, basado tanto en medicinas como en
procedimientos láser (Trabeculoplastias) o cirugías
filtrantes con antimetabolitos o con implantes de
dispositivos modernos para Glaucoma, y en casos de
difícil manejo se implanta una válvula para controlar la
presión ocular o realizar procedimientos de
ciclodestrucción con láser en los casos más complejos.
La tecnología actual nos
permite manejar adecuadamente el glaucoma, tener un
control preciso de su presión, evitando la ceguera a
nuestros pacientes.
Nuestros pacientes deben
de tener en cuenta que esta enfermedad puede tener un
factor hereditario por lo cual recomendamos que todos
los hijos de personas con Glaucoma, deben realizarse un
control oftalmológico después de 40 años.
“No es prudente esperar
perder su visión para decidir su tratamiento”